La Cultura 2.0
¿Qué significa actuar como empresa 2.0 y por tanto integrar en el día a día la cultura 2.0?
Antes de la aparición de las redes sociales la opinión del usuario o cliente se tomaba menos en cuenta, y eso que realmente los clientes son la pieza más importante e imprescindible para hacer crecer el negocio. Ahora, gracias a los diferentes medios y canales online, y sin necesidad de preguntarles de forma directa, tenemos la posibilidad de descubrir qué les gusta, por qué compran, sus intereses, conocer más de cerca cuál es nuestro perfil de cliente objetivo y quién puede encajar dentro de nuestro buyer persona.
Tener claro cuál es nuestro buyer persona
Los Buyer Personas son representaciones ficticias generalizadas de tus clientes ideales. Te ayudan a entender mejor a tus clientes (y posibles clientes) y te facilitan la personalización del contenido de acuerdo a las necesidades, los comportamientos y las inquietudes específicas de diferentes grupos. Hay 4 preguntas claves que debemos hacernos:
- Qué hace el cliente potencial,
- Qué necesita,
- Qué le preocupa,
- Cómo puedes satisfacer su necesidad.
Utilizar las redes sociales para escuchar y sondear La principal equivocación que cometen muchas empresas es emplear las redes sociales solo para imponer sus planteamientos, enviar información y contar historias… pero sin escuchar. Las redes sociales sirven para ambas cosas, favorecen la comunicación bidireccional evitando el monologuismo.
Estos canales son vitales para saber qué opinan de la empresa los seguidores, qué cuentan en las redes sociales acerca de nosotros, y también qué piensan de nuestra competencia, aportando datos e información muy valiosa sobre lo que estamos haciendo bien y lo que podemos mejorar para ellos de cara al futuro.
Tener disponibilidad para entablar conversación con el cliente Una empresa que dispone de estos canales en el entorno de la web 2.0 debe estar preparada para que le hablen, para que le critiquen y para que le propongan mejoras.
No todo son felicitaciones, por ello hay que tomarse las críticas como objeto de análisis, y atenderlas de la forma más humana posible. Hay que intentar mantenerse siempre alerta ante los mensajes que se reciban por cualquier medio, y responder a los clientes para que sepan que su opinión cuenta.
Definir el tono que se adquiere para dirigirse al cliente Está claro que el tono de la conversación debe estar bien definido desde el principio, existen diferentes maneras de utilizar el vocabulario y la gramática con coherencia, en este punto hay que tener en cuenta que el copywrtiting juega un papel importante y hasta determinante.
Evidentemente, no es lo mismo dirigirnos a un público juvenil al que vendemos camisetas que vender lunas para coches. Pero aunque en el primer caso el lenguaje pueda ser más cercano e informal y en el segundo más técnico, no se debe dejar de lado el respeto y la empatía.
Elegir las redes sociales y otros canales
Como ya sabemos, no todos los medios son ideales para transmitir lo mismo, ni tampoco de la misma manera. A la hora de transmitir el mensaje y obtener feedback hay que decidirse entre los más adecuados y desarrollar una estrategia efectiva en redes sociales que genere expectativas beneficiosas para la marca o negocio.
Puede que sea más recomendable exponer nuestras propuestas, iniciativas y progresos a través de imágenes vía Instagram, o mezclar contenidos de todo tipo en Facebook, aunque quizás encajen mejor los mensajes cortos de Twitter, o los vídeos en YouTube para narrar el storytelling o ciclo de vida de la empresa.
Realizar promociones y premiar
Es evidente que un cliente debe pagar por un servicio o un producto si realmente quiere acceder a él o lo necesita, pero no está de más que de vez en cuando reciba algún tipo de recompensa o incentivo.
Un descuento, un sorteo, una promoción o una oferta personalizada les hará sentirse especiales, algo muy recomendable para fidelizarles favoreciendo su consideración y preferencia por la marca.
Responder ante los fallos
Igual que hay problemas y crisis en un negocio a nivel interno y offline, también las hay en en terreno online y en la web 2.0. Se debe preveer un plan para saber cómo actuar cuando se recibe una crítica o un aluvión de ellas, y cuando se viraliza una reclamación justa, o una opinión negativa por parte de algún seguidor de la empresa o marca.
Es posible que haya alguien descontento con el producto o servicio a quien haya que compensar de algún modo, y es importante saber cómo actuar de forma inmediata.
Compartir no es dividir es MULTIPLICAR
Los negocios funcionan cuando ambas partes ganan.
«COMPARTIR LO QUE SABES” y como diría mi socio Javier Rodríguez: “Comparte lo que sabes, para que te paguen lo que vales”. Si un mensaje que tenemos todos claro hoy es que si no comunicas no existes, hoy debemos entender que “Comparto luego existo”
Hay que tener claro que cuando compartimos multiplicamos nuestras oportunidades de conectar con las personas que forman parte de la red a la que pertenecemos. Hay un contrato no firmado e invisible que firmamos con los usuarios y para que esa relación funcione, cada parte espera algo de la otra parte y para conseguirlo ambas deben estar dispuestas a dar algo a cambio.
Cultura 2.0: es la revolución de la tecnología y las personas en un mismo espacio temporal
Las empresas que no comunican no existen, pero en unos años las marcas que no conversen desaparecerán.
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